La decisión sobre el idioma en el que se programa no es sencilla: por una parte, resulta más cómodo programar en la lengua materna; por otra, es más universal hacerlo en inglés. Como contrapartida a esto último, programando en lengua materna es visualmente más sencillo reconocer nombres de variables y funciones de las palabras reservadas de los lenguajes de programación habituales.
Personalmente he pasado de defender una programación en castellano a programar en la lengua sajona. Mi defensa del español se debía a que parte del personal original de la empresa en la que desarrollaba mi trabajo no tenía siquiera conocimientos básicos de inglés y, por tanto, se evitó el código fuente en ese idioma. Aunque confieso que también pequé de cierto romanticismo en el apoyo del castellano durante todo aquel tiempo, aconsejo ahora la programación en inglés si el programador (y el equipo) tiene un mínimo dominio de dicho idioma.
Tanto para los profesionales como para los estudiantes, acostumbrarse al uso del inglés en la programación tiene las siguientes ventajas:
- Adquisición de experiencia en el lenguaje.
- Compartición de código en comunidades de software, sobre todo si se desea participar activamente en el software libre.
- Habilidades
curriculares para empresas internacionales o simplemente que programen en inglés.
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